Con el reconocimiento de los derechos humanos de los niños, las niñas y los adolescentes como seres humanos con dignidad propia, y la posibilidad de asumir la defensa de sus derechos en los asuntos que les conciernen cuando así lo deseen, da la posibilidad de su participación efectiva en los procesos judiciales conforme a su capacidad progresiva.
Con la entrada en vigor del nuevo Código Procesal de Familia de Costa Rica, se introducen diversas medidas y enfoques que buscan asegurar la protección y el bienestar de los niños, las niñas y adolescentes en los procesos judiciales.
Las Personas Menores de Edad, en adelante (PME) son titulares de derechos y obligaciones, en consecuencia, deben poder actuar conforme a la titularidad de los derechos que les compete, cuando así lo deseen y tengan madurez suficiente para ello.
El nuevo código establece un fuerte énfasis en la protección de los derechos de los niños y adolescentes, reconociéndolos como sujetos de derechos con necesidades y opiniones propias que deben ser consideradas en todos los procedimientos judiciales.
Una de las innovaciones más significativas, es la obligatoriedad de escuchar a los menores en los procedimientos que les afectan. Esto implica que sus opiniones, deseos y necesidades sean tomados en cuenta por los jueces al tomar decisiones que impactan su vida, como en casos de custodia, visitas y adopciones. Esta medida garantiza que los menores tengan una voz activa en los procesos y que sus derechos sean respetados.
El nuevo código fortalece el rol de los defensores especializados en representar y proteger los derechos de los niños y adolescentes. Estos defensores deberán actuar como garantes de que los intereses de los menores sean considerados de manera prioritaria y adecuada en los procesos judiciales. Cabe indicar que se introducen, igualmente, intervenciones y medidas especializadas para asegurar el bienestar de los menores. Esto incluye medidas cautelares específicas y planes de intervención que buscan proteger a los niños de situaciones de violencia, abuso o negligencia, asegurando su seguridad y desarrollo integral.
La resolución pacífica de conflictos familiares ayuda a minimizar el impacto emocional negativo en los niños y promueve un ambiente más saludable y estable para su desarrollo.
El nuevo código promueve un enfoque integral y multidisciplinario en el tratamiento de los casos que involucran a menores, implicando la colaboración entre diversos profesionales, como psicólogos, trabajadores sociales y abogados, para abordar de manera holística las necesidades y el bienestar de los niños y adolescentes.
La participación de la PME, en el nuevo Código Procesal de Familia de Costa Rica, radica en una serie de medidas y enfoques destinados a proteger y promover sus derechos y bienestar. El código reconoce a los niños y adolescentes como sujetos de derechos, garantiza su participación en los procedimientos judiciales y asegura que sus intereses sean prioritarios. Además, promueve la resolución amigable de conflictos y un enfoque multidisciplinario para abordar sus necesidades de manera integral, garantizando un compromiso significativo con la protección y el desarrollo integral de los menores en el ámbito judicial.
Autor: MSc. Pía Picado González
Socia Senior, Signaturelex Costa Rica