El sistema de formación académica de los abogados panameños se basa en herramientas clásicas del derecho, lo que se refleja en un enfoque extremadamente formalista arraigado al papel. Sin embargo, el sector fintech y cripto presenta dinámicas y productos completamente diferentes que requieren un conocimiento especializado y una adaptación a un sistema legal público que puede ser rígido y formalista.
Para asesorar en este ámbito, es necesario realizar una reingeniería en el razonamiento legal, y aprovechar la creatividad que permite el internet de las cosas, aplicando matrices de riesgo legal con el fin de evaluar la viabilidad del negocio y abordar los riesgos asociados a la falta de regulación en el mercado. Esto implica un enfoque innovador y flexible que pueda afrontar los retos que plantea un sistema legal público que puede ser antagónico al cambio. Por tanto, los abogados que deseen incursionar en el sector Fintech y cripto deben tener una comprensión profunda de las dinámicas del mercado y la tecnología subyacente, a la vez que deben tener la capacidad de aplicar su conocimiento del derecho para ayudar a sus clientes a navegar los desafíos legales y regulatorios que puedan surgir en este ámbito.
Las empresas de fintech y blockchain nacionales se enfrentan a un importante desafío, el cual es la interoperabilidad con el sistema financiero tradicional. Esta es la principal dificultad que enfrentan este tipo de empresas, ya que debido a la falta de regulación, desconocimiento y temor, les resulta difícil obtener una cuenta bancaria para operar, lo que en otras jurisdicciones es otorgado por un Banco Central. Por otra parte, en el caso de las empresas de Fintech y Criptomonedas internacionales, además de la falta de interoperabilidad, también se enfrentan a la comprensión de los requisitos de cumplimiento y a los altos niveles de reporte de sus actividades, derivados de las normas de prevención de lavado de activos de Panamá. Estas empresas pueden provenir de jurisdicciones menos estrictas, lo que no implica necesariamente que sean permisivas. Es necesario destacar que la interoperabilidad y el cumplimiento normativo son aspectos fundamentales para el correcto funcionamiento de las empresas de Fintech y Criptomonedas. Es por ello que se requiere de un marco regulatorio claro que facilite la comprensión de las normas y la consecución de los objetivos de estas empresas. Además, es importante que se fomente la colaboración entre el sector público y privado para lograr una mayor integración entre estos dos sistemas financieros.
Es evidente que el desarrollo de cualquier industria debe ser impulsado por una colaboración estrecha entre el Estado, los supervisores y los actores de la industria. En Panamá, lamentablemente, esta colaboración no ha sido suficientemente desarrollada, lo que impacta negativamente en la competitividad del país. Esta falta de colaboración ha tenido un impacto en el desarrollo del blockchain como herramienta de innovación en Panamá. Como resultado, el número de desarrolladores de blockchain locales es limitado. No obstante, esta situación representa una oportunidad para convertir la desventaja en una ventaja competitiva. Dada la posición estratégica de Panamá y las necesidades comunes con otros países de América Latina, es posible importar conocimientos en el uso del blockchain para su aplicación en diferentes sectores, más allá del financiero. Para lograr este objetivo, es esencial que todos los sectores trabajen juntos, compartan experiencias y tengan una visión integral del país, más allá de sus intereses particulares.
La falta de información y educación sobre el sector cripto ha llevado a que se culpe, por ignorancia, a dicha industria del colapso de algunos bancos, como es el caso del SVB. Esta situación tiene un impacto negativo en el ecosistema blockchain, ya que se concluye erróneamente que cripto y blockchain son términos intercambiables, cuando en realidad cripto es solo uno de los servicios que ofrece la tecnología de cadena de bloques.
Esta percepción errónea ha generado dificultades para las empresas panameñas del sector blockchain a la hora de conseguir financiamiento, dado que los inversores nacionales se centran más en los casos de fracaso que en los de éxito. El problema se ve agravado por el poco o nulo apoyo que el Estado panameño ha brindado para promover a Panamá como un Hub Digital, así como por la ausencia de normas y modelos públicos de supervisión y promoción de los sectores financieros basados en regulaciones adecuadas. Es necesario aumentar la educación sobre el sector cripto y destacar las ventajas que la tecnología de blockchain puede ofrecer para impulsar el desarrollo económico y financiero de Panamá. Además, el Estado debe establecer marcos regulatorios claros y efectivos que fomenten la inversión en este campo en lugar de desalentarla.
Desde la Cámara Panamericana de Fintech (CAPAFIN) vamos a fomentar la colaboración entre los profesionales y empresas del sector fintech para acelerar la evolución de esta importante industria en nuestro país
Autor: Belisario Castillo Sáenz
Socio Director, Presidente Signaturelex